La UGR es la sexta universidad española en nuevas solicitudes de patentes 0


La institución académica granadina tiene más de 240 patentes en vigor en España, 75 con opciones de extender a otros países

Gafas destinadas a personas con problemas de visión patentada por investigadores de la Universidad de Granada

Gafas destinadas a personas con problemas de visión patentada por investigadores de la Universidad de Granada

No ha habido descenso. Es de los pocos ámbitos en los que la Universidad de Granada (UGR) no ha notado el ‘bocado’ de la crisis. En la actualidad, la Universidad granadina tiene más de 240 patentes en vigor en España (una patente puede tener una vigencia de hasta 20 años, a contar desde la fecha de solicitud prioritaria), incluidas 14 patentes extendidas y en vigor en terceros países y unas 75 con opciones de extensión a otros países. Hay 12 meses para iniciar el proceso de extensión internacional, a contar desde la fecha de prioridad.

Esas no son las únicas cifras, la institución universitaria tiene, además, 26 patentes licenciadas a empresas, en distintas fases de explotación. Durante los últimos cinco años se mantiene casi constante el número de nuevas solicitudes de patente (solicitudes prioritarias), situándose entre las 10 primeras universidades españolas en cuanto al número de peticiones (la sexta para ser exactos) y la segunda entre las universidades andaluzas, por detrás de la Universidad de Sevilla.

En la actualidad hay 40 invenciones comunicadas en distintos estados dentro del proceso de patente. A lo largo del curso 2013-2014 (de 1 de junio a 31 de mayo) han registrado 33 nuevas solicitudes de patente. Esto significa que ha habido un aumento, según los datos facilitados por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad granadina.

Aunque los periodos varían, si se compara este curso con el anterior se pasa de 30 a 33 nuevas solicitudes de patente y las comunicaciones de invenciones para patentar han pasado de 26 a 42. Las comunicaciones de invenciones para patentar son comunicaciones internas, del investigador a la UGR, a la OTRI, concretamente. Las solicitudes de patente son peticiones a la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).

En estos momentos, el sector más activo es el de Ciencias de la Salud (Diagnóstico y Farmacia). «Siguen llegando muchas comunicaciones de invención procedentes del sector Químico y se están incrementando las invenciones implementadas en ordenador», concretan desde la OTRI. También tienen invenciones de los campos de Ingeniería Civil y Electrónica.

Ejemplos

Algunos ejemplos llamativos de los últimos tiempos son un dispositivo para anastomosis (para unir conductos en cirugía), un sistema que permite las comunicaciones seguras en redes de comunicación (cifrando la información y evitando el software malicioso) o un dispositivo protector de semillas, que evita la depredación y mejora la supervivencia en especies dedicadas a la reforestación. También se están patentando muchos compuestos químicos con actividad antiparasitaria, principalmente frente a Leishmaniasis y Chagas.

En los últimos años (eliminando invenciones puntuales de otros campos) hay en 2012 un total de 3 en Biotecnología; 3, Ingeniería; 3, Física/Electrónica; 4, Medicina (diagnóstico); 7, Farmacia y 4, Química (no farmacéutica). En el año 2011 fueron 3 en Biotecnología; 3, Ingeniería; 4, Física/Electrónica; 7, Farmacia; 1, Informática y 4, Química (no farmacéutica). En el año 2010 fueron 7, Biotecnología; 2, Física/Electrónica; 5, Farmacia; 1, Informática; 7, Química (no farmacéutica) y 3, Diagnóstico Médico.

En el año 2013 hubo 3 en Biotecnología; 3, Medicina (diagnóstico); 2, Medicina (no diagnóstico); 7, Física; 5, Dispositivos mecánicos con distintas aplicaciones; 1, Odontología; 5, Farmacia; 2, Ingeniería; 1, Química (no farmacéutica) y 1 Terapias Avanzadas. En lo que va de 2014 hay 4 en Farmacia, 2 TICs, 2 Terapias Avanzadas, 1 Química, 1 Ingeniería y 2 Diagnóstico.

Algunos ejemplos más de resultados patentados recientemente son composiciones ‘quitacementos’, métodos constructivos para cimentación, tratamiento de aguas (detección y eliminación de contaminantes), procesos industriales (extracciones de productos de alto valor añadido a partir de plantas o residuos); y antitumorales, antiparasitarios (5 patentes en los últimos años relacionadas con Chagas y Leishmania), transportadores de fármacos, formulaciones… A ellos se suman vacunas y marcadores diagnósticos (muy activos en los últimos años. Solo en el último año han patentado 4 marcadores distintos, 3 de ellos para distintos tipos de cáncer de páncreas). En el caso de la medicina regenerativa, han sido las licencias relacionadas con fabricación de tejidos artificiales (córnea, nervio, conductos…).

Desde la OTRI se intenta formar y concienciar a los investigadores de la importancia de una adecuada protección de los resultados de investigación, no solo a través de patentes, sino utilizando los mecanismos legales o comerciales que mejor se adapten.

En esa línea, «realizamos actividades formativas de forma continuada y también bajo demanda. Si algún grupo de investigación desea preparar un seminario sobre protección de resultados de investigación o, simplemente, que demos una charla informativa en alguna jornada, solo tiene que ponerse en contacto con nosotros», especifican desde la OTRI.

Juan A. Muñoz Orellana, que lleva once años encargándose de estos asuntos, explica que en este tiempo «he notado una mayor concienciación de la necesidad de proteger los resultados para su posterior transferencia. En algunos casos, sin una correcta protección, es imposible transferir la tecnología».

A largo plazo

Es un proceso a largo plazo. Aunque hay patentes que empiezan a tener un discreto retorno económico, es pronto para que algunas de las que tienen mayor potencial tengan un rendimiento llamativo. Esta reflexión es en relación al conjunto de la Universidad granadina.

En general no hay un tiempo concreto para que concedan una patente. Puede variar entre nueve meses y tres-cuatro años en España.

El proceso, en líneas generales, es: comunicación de invención («esto es lo que queremos patentar»); análisis de patentabilidad (se descartan resultados que no son patentables o que no merece la pena patentar); redacción de la memoria técnica (memoria de patente); presentación de la solicitud: en este momento es cuando contamos la solicitud y se obtiene la fecha de prioridad; tramitación ante la OEPM: este proceso dura habitualmente entre 9 meses y cuatro años (ya señalados); y concesión.

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